Cuales son las consecuencias?
La pérdida de un diente acarrea una serie de secuelas que van a comprometer la eficacia de la función masticatoria, el estado de salud y bienestar de nuestra boca y, por supuesto, el valor estético de nuestra sonrisa.
Las consecuencias de perder un diente son:
- Cambios en el patrón de masticación: Para evitar daños en la encía desprotegida y comer cómodamente, tenderemos a masticar por otro lado, produciendo un mayor desgaste del resto de dientes y comprometiendo la musculatura y la articulación de la mandíbula.
- Desplazamiento y separación de dientes: Los dientes adyacentes tenderán a desplazarse y ocupar el espacio del o del dientes perdido, generando espacios entre los dientes presentes lo que provoca acumulación de alimentos, retención de más placa bacteriana y la consecuente aparición de caries, mal aliento y gingivitis.
- Hipersensibilidad y caries: El diente de la arcada contraria que debería contactar con el diente perdido, al no encontrar un tope continua erupcionando dejando expuestas la zona del cuello y parte de las raíces, y por lo tanto facilitando también lo acabemos perdiendo.
- Bruxismo: el desplazamiento de los dientes de su sitio puede llevar a una mala oclusión, con presencia de contactos prematuros y anormales que pueden llevar a un aumento de la actividad de los músculos de la masticación, al bruxismo (rechinar los dientes), dolores musculares y de la articulación de la mandíbula (ATM).
- Agrandamiento y empuje lingual: Cuando faltan dientes ésta tiende a distenderse y ocupar el espacio vacío entre los dientes generando fuerzas patológicas que empujan a las piezas dentarias presentes y empeorando de esta forma la migración dentaria.
- Pérdida de hueso: El factor tiempo juega un papel importante ya que al haber perdido los dientes el hueso deja de recibir las fuerzas durante la masticación y la pérdida de este estimulo hace que el hueso se vaya reabsorbiendo.
En definitiva, para evitar las consecuencias de perder un diente, resulta muy aconsejable reponerlo con la mayor brevedad posible, pues las secuelas serán menores y las opciones protésicas serán más sencillas, con tratamientos más rápidos, económicos y eficaces.